El Guerrero Impaciente

Hay en mi escuela un alumno ( no digo nombres), que con frecuencia presenta algunos problemas de comportamineto y conducta, en concreto con una maestra  a la que le suele faltar al respeto.
Es buen chico pero él mismo reconoce que no puede remediarlo, le resulta muy difícil,  casi imposible canalizar sus enfados, y....  palabras textuales de él  mismo: " Me pasa desde muy pequeño, cuando me 'caliento' no respeto nada ni a nadie, ya sea en mi casa, en la calle, en la escuela, con los amigos....Intento que no sea así, pero no puedo remediarlo."
A mí me consta que lo intenta,  pero con 15 años le resulta muy difícil conseguir reprimir sus impulsos.....
A él va dirigida esta breve  historia que he titulado El Guerrero Impaciente y cuya enseñanza gira en torno a la Paciencia y el Diálogo como valores y actitudes imprescindible en nuestras vidas:


"Había una vez un joven llamado Cor, que deseaba con todas sus fuerzas convertirse en un gran guerrero. Cualidades no le faltaban pues era joven, fuerte, valiente,  y poseía gran habilidad con las armas.
Consultó con un sabio anciano para ver qué debía hacer y adónde debía acudir para conseguir su sueño.
El sabio anciano le dijo que antes de convertirse en un gran guerrero,  debía aprender varias cosas, para lo cual debía pasar unos días en una fortaleza de aldea vecina.
Cor,  que estaba dispuesto a realizar cualquier cosa para ver convertido su sueño en realidad,   aceptó y se dirigió donde el anciano le había aconsejado para formarse como guerrero.
Una vez allí, el dirigente de la fortaleza le dijo: " Deberás esperar 200 días para comenzar tu formación".
- ¿Doscientos días? respondió sorprendido Cor.  -¡Eso es demasiado tiempo!- añadió.
Pero a pesar de todo,  esperó en honor a su anhelado deseo. Cuando llegó el día 201, el dirigente le dijo, ya has aprendido la primera lección, pues has sido capaz de esperar.
Cor sorprendido, preguntó si debía aprender algo más, a lo que el guía le respondió que quedaba una lección más: -Deberás vencer a un grupo de guerreros estando atado de pies y de manos-
¡Pero eso será imposible! replicó Cor. No obstante fue expuesto una y otra vez a un grupo de luchadores guerreros, a los cuales no podía vencer mientras él permanecía atado de pies y manos;  hasta que se le ocurrió hablar con ellos, pensó en   convencerles con sus palabras  para que dejaran de luchar contra  él en la situación en la que lo hacían.
El dirigente le dijo: -"Ya has aprendido la segunda lección: utilizar la palabra,  la conversación  y el diálogo para vencer,  en lugar de las armas"-