BIENVENIDOS A MI BLOG


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Con este blog solo pretendo compartir algunas lecturas, reflexiones, cuentos, relatos, poemas..... no solo con mis alumnos y alumnas, si no con todos mis seguidores y seguidoras.....

Lecturas, cuentos, relatos, poemas, que me parecen interesantes para trabajar y fomentar los VALORES y ACTITUDES..... (las buenas actitudes), y contribuir mínimamente a que todos seamos un poco mejores.


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sábado, 25 de febrero de 2012

PINCELADAS

La mujer, con su cuadro debajo del brazo,  no había aún atravesado el dintel de la puerta del estudio de aquel extraño pintor; echó un vistazo al interior y pudo comprobar sus pinturas llenas de colorido,  retratos de mujeres sonrientes que reflejaban felicidad en sus rostros, cuerpos desnudos, cuerpos vestidos y semivestidos.

 -"Me intimidan  tantos rostros  llenos de  felicidad"- expresó la  mujer  mirando al extraño pintor, por iniciar diálogo. Él,  guardaba silencio.


Según la mujer, su  cuadro estaba terminado, y venía al estudio para que  el extraño pintor lo evaluara. Se  lo mostró y éste  observó la obra con detenimiento y concentración durante un rato. Entonces, alcanzó su  paleta y sus pinceles. Con gran destreza dio unos cuantos trazos aquí y allá. Cuando el extraño  pintor terminó,  el cuadro de la  mujer había cambiado notablemente.

Ésta quedó asombrada; ante sus propios ojos la obra había pasado de mediocre a sublime. Con mucha admiración y,  casi con reverencia,  le dijo:

-¿Cómo es posible que con unos cuantos toques, simples detalles, haya cambiado tanto mi cuadro?- dijo la mujer.

-"Es que,  en esos pequeños detalles está el arte"-, le  contestó el extraño pintor...




sábado, 18 de febrero de 2012

UNA TARDE DE CINE


Voy a intentar contar exactamente lo que ocurrió, procurando en todo momento quitarle importancia al asunto y asegurándoles a todos ustedes que nunca me hubiera imaginado una reacción así por parte de mi sobrina Zulema.
Aquella mañana sonó el teléfono muy temprano, y en términos propios de una niña de once años, Zulema vino a decir que necesitaba ese sábado una distracción que rompiera tanta cotidianidad repetida....  A mí me vino de perlas porque me sentía totalmente identificada con  el contenido de la frase "cotidianidad repetida".
El plan no era otro que pasar la tarde en el cine, acomodadas en nuestras butacas, comiendo las típicas "cotufas"*(Véase pie de página).
-"Quizá sería buena idea avisar también a Daniel"- añadió Zulema con voz entusiasmada, ya que, Daniel, el vecino del tercer  piso, despertaba en Zulema cierta mezcla de atracción y amistad conjugadas. ¡Dicho y hecho!.
Nos acicalamos para pasar una gran tarde, en un gran cine, viendo una gran película, que gozaba de mucho renombre y de mucha popularidad entre el público más joven.
Ya en la puerta del cine frente a la taquilla,  aguardábamos nuestro turno para pagar nuestras entradas. Justo delante de nosotros se encontraba un señor, que si somos sinceros, sus ropas desmejoraban su  presencia,  su cara,  en cambio, resultaba agradable de mirar; iba acompañado de dos niños y una niña algo más jovencitos que Zulema y Daniel, y que entrecruzaban miradas cargadas de,  entre timidez y vergüenza. Sus atuendos  delataban que eran heredados de hermanos o familiares mayores,  y que aseguraban su uso un par de años más...
Verdaderamente estaban empleando demasiado tiempo para pagar  y adquirir  sus entradas.
Nosotros a través de las miradas,  y sin mediar una sola palabra, nos preguntábamos el motivo de tanta espera. Nuestros rostros comenzaban a reflejar entre impaciencia y enfado, pues de lo que verdaderamente estábamos deseosos, era de encontrarnos ya en la sala, frente a la gran pantalla, sujetando nuestra tarrina de "cotufas".*
Zulema llevaba en la mano el billete con el que pagaríamos nuestras entradas. A ella siempre le hacía ilusión que le diera antes el billete,  y aparentar  así que era ella la que pagaba.....
Sin decir una sola palabra, dejó caer el billete al suelo, para inmediatamente después agacharse muy lentamente a cogerlo nuevamente,  y sin dejar de mirarlo dirigió estas palabras al señor que estaba justo delante de nosotros intentando adquirir su entrada y la de sus hijos:
-"Señor, se le ha caído este billete...."-     Éste la miró gratamente sorprendido, con la  expresión de tener una segunda oportunidad,   porque al  parecer no llevaba el suficiente dinero para poder pagar su entrada y la de los tres chicos, que al mismo tiempo no quería que se percataran del asunto.
Zulema pudo entender y comprender la trama con gran habilidad, como siempre acostumbraba.
Nosotros nos quedamos sin cine, pero los tres volvimos a casa, y pasamos la tarde más feliz del largo y frío invierno.



  * Cotufas: Palomitas de maiz                                                                                                       
                                                                                                       (A mis sobrinas María y Elisa)





sábado, 11 de febrero de 2012

"La vida secreta de las miradas"

Anselmo se levantaba cada mañana pensando que ese sería el  gran día.
Frente al espejo se miraba y para despejarse mojaba su cara en agua fría  llevando a cabo todos los movimientos, ya automatizados, para no descuidar su imagen, y que le preparaban para afrontar la gymcana diaria.
Anselmo era profesor de universidad, profesión  que adoraba.  La eligió por verdadera vocación, y la disfrutaba, ya que,  estar rodeado de jovenes entusiasmados por su futuro, y otros no tanto, le transmitían una fuerza especial que compensaba sus, en ocasiones,  tensas o frustradas  relaciones con los  compañeros y compañeras  de trabajo, vecinos, amigos, conocidos....
Su vida social y familiar en cambio, no había sido elegida por verdadera vocación,  no obstante  era  apta de aprobación por parte de todos. Estaba casado y era padre de tres,  ya emancipados,  hijos a los que había podido dar una educación como  "dios manda" (y más aún los hijos de un profesional de la educación),  conforme a los cánones sociales  dictan.
Su  vida familiar  era igualmente muy  respetada y respetable;  gozaba de la aprobación de todos. Su dulce esposa era siempre un gran  apoyo para él,  fiel compañera y amiga, que se mantenía al margen de la vida profesional y laboral  de su esposo, una mujer que podría calificarse como la perfecta desconocida, siempre en la sombra,  que lo respetaba, y que discretamente callaba  y lo apoyaba...
Pero a pesar de tener todos estos aspectos externos  que dan la cara a la galería,  a su favor, Anselmo sentía una gran frustración interior, tan interior y tal frustración,  que le daba miedo siquiera pensar en ella. Tal vez el miedo a enfrentarse a ese profundo y retorcido nudo que le estrangulaba hasta  las entrañas,  fuera la fuente de sus frustradas relaciones con compañeros y compañeras de trabajo, vecinos, amigos, conocidos.....,  la gran traba que le impedía ser feliz.
 Pero hoy no iba  a ser como los demás días, hoy se atrevería, hoy estaba dispuesto a, de una vez por todas, y como si  de su último día de vida se tratara,   expresarlo;  a confesarlo de una forma valiente y sincera, sin importarle nada más.
De vuelta a casa y frente a Sara, su dulce esposa, creyó estar armado de todo el valor necesario para  contarle su más hondo secreto  tan  bien guardado durante  toda una vida. Pensar en la reacción que pudiera tener Sara, le desconcertaba, le frenaba, le paralizaba.... le inutilizaba.
Anselmo la miró a los ojos, ella adivinó en su mirada el anuncio de algo que les distanciaría,  que les alejaría hasta tal punto, que no se atrevió a sostener su mirada por miedo a despertar de su dulce sueño. Anselmo sintió una vez más cómo se desvanecía su intención, esa liberación que necesitaba sentir se alejaba una vez más, se debilitaba,  y otro día más su valor quedó reducido  a la más mínima expresión, en la que solo se atrevió a balbucear..... "¡Qué hay, cariño!,  la besó en la mejilla y añadió:  -"Estoy cansado....,    muy cansado"-.

















martes, 7 de febrero de 2012

El Águila y el Halcón (Leyenda Sioux)

...Quizá por el título pueda parecer una fábula, pero no lo es. Se trata de un breve relato que quiero lean los alumnos y alumnas adolescentes que,  a los 14 años piensan haber encontrado el amor de su vida, y dejan de estudiar, o se apartan de sus amigos y amigas por creer haber encontrado ya lo que buscaban en la vida. Igualmente me gustaría fuera leída y comentada en el "Taller sobre Violencia de Género e Igualdad", que próximamente se va a desarrollar en mi  Centro con el alumnado de 1º y 2º de ESO,  en colaboración con el Centro de la Mujer de la localidad.

                                                        EL ÁGUILA Y EL HALCÓN (Leyenda Sioux)

La historia narra el encuentro de dos jóvenes indios  enamorados. Tan enamorados estaban el uno del otro,  que acudieron al más sabio y longevo de una tribu vecina,  con el firme propósito de que uniera  sus vidas para siempre.
Cuando estaban frente al viejo sabio y le contaron su deseo, éste  les dijo que antes de unir sus almas de por vida, tenían que separarse para traer cada uno de ellos,  por su propia cuenta, un  ave; el ave que más alto volara.....
Tan fuerte era su deseo que cada uno inició el viaje por su cuenta en busca del pájaro de mayor envergadura.
Poco tiempo después volvieron,  ella con un halcón, y él con un águila.
El viejo sabio cogió las dos aves y ató una pata del halcón con una pata del águila, y los dejó volar delante de los jóvenes. No podían elevar sus vuelos  por más intentos que hacían, una  y otra vez lo intentaban sin apenas poder despegar del suelo hasta que  comenzaron a picotearse y a hacerse daño uno a otro.
El viejo sabio  se dirigió  a los jóvenes  ante la triste escena y  les dijo:
-¿Veis a las dos aves que más alto vuelan, como al  atarlas la una  a la otra no pueden elevar su vuelo, e incluso,  sin desearlo,  llegan a hacerse daño?
El amor verdadero  y auténtico debe volar y evolucionar libre, uno al lado del otro, pero no atado,  para que cada uno pueda llegar donde desee sin que el otro se lo impida...


     ( ..... a Gema)